LXXV
AUTOR : Margarita Schaerer
La negra lencería acentúa su piel blanca, la luz tenue que ingresa por la puerta del pasillo contonea su cuerpo con la luminaria perlada que se deja ver sombreando sus curvas invitando a un juego al observarla…. Él toma un paño, se acerca a ella por detrás, corre su cabellera…ella siente su respirar en su cuello y se estremece…le susurra, ella asiente y se deja atrapar en la fantasía, él posa sobre sus ojos el paño sedoso y con suaves movimientos va atando el nudo, acaricia su hombro deslizando el bretel, lo desabrocha lentamente dejándolo caer, la dirige hacia la cama la incorpora acomodando su cabeza sobre la almohada ,le pide que extienda el brazo y con una cinta de seda anuda suavemente su muñeca sujetando en un extremo, repite la acción con el otro brazo ,ella se deja ,confía en su hombre…durante un largo tiempo él recorre ese cuerpo a su merced a besos ,sin posar sus labios a los de ella…comienza por su cuello, bajando hasta sus pechos que alternándolos lentamente va bordeando sus pezones con la lengua ,juega con mordiscos y succiones ,humedeciéndolos , que por momentos son acariciados y estrujados suavemente… a la vez que esos juegos provocaban en ella la tensión de esos pezones ardidos ensanchando su pecho dejando entrever la excitación de su cuerpo provocado por la aceleración de su fluir sanguíneo haciendo palpitar su corazón con más frecuencia ,su respirar cada vez más intenso agita su pecho en movimientos ondulados que suben y bajan manifestando el grado de su éxtasis …él sigue recorriendo con su boca por momentos con besos o solo sintiendo el aroma de ese cuerpo acariciándola con extremada suavidad …ella no puede hacer que se detenga al estar imposibilitada y a merced de él …solo se mueve estremecida en su placer gesticulando y mordisqueando los labios entre algún exhalado suspirar gemido solo se limita al goce en cada paso trazado por él …toma sus piernas y con la misma suavidad delicada las acaricia y con besos sigue avanzando cuesta arriba…ella ya no da más la suavidad con que la toca ha alcanzado el punto máximo de su estremecer expresando en gemidos lascivos sonidos extasiados de placer idénticos a una exhalación dolosa …sus fluidos ha empapado las bragas y él ha llegado a los extremos de la prenda que las desliza lentamente por sus piernas con delicadeza…y ya en total desnudez él se inclina sobre ella observando como su abdomen denota su respirar agitado ondulando en un vaivén como olas marejadas , buscando el punto medio humedece con su lengua el ombligo y se sumerge en esas olas agitadas y extasiadas llegando al manantial naciente buscando el clímax volcánico de ella …ya entregada al placer que la tortura se deja llevar … él quiere ver y sentir su explosión como volcán… ella tensa y destensa su interior que la elevan a la cumbre que va fluyendo no puede retenerlo más ,contiene su respirar y como lava ardiente estalla emanando el elixir de placer produciendo los espasmos temblorosos que lentamente alivia el agitado latido que desfallece las fuerzas …se posa sobre ella la besa en los labios y en ese intercambio de fluidos busca los brazos de ella tirando de los nudos desatándola de esa prisión placentera …y dan comienzo a una tempestuosa danza de cuerpos ardidos entrelazados fundiéndose entre sí que entre sudores ,susurros ,gemidos y jadeos van apagando la sed de sus fuegos…
©Todos los Derechos Reservados del autor
C.A.B.A – Argentina
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